Por: Roberto Lerner.
Todos hemos recibido alguna vez un castigo y desde diferentes posiciones de poder -como padres, maestros, jefes- es probable que lo hayamos aplicado.
En una época en la que los derechos de las personas, sobre todo las más débiles, son una prioridad, hablar de castigo es anatema. Sin embargo, ¿es un instrumento educativo valioso, es posible pensarlo sin referencia al dolor físico? Son algunas preguntas que aborda Roberto Lerner en esta entrevista.
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