La depresión post-parto también es conocida como depresión post-natal y es una forma de depresión que puede ir de moderada a intensa que ocurre en las mujeres luego de que han dado a luz y puede presentarse desde poco después del parto o hasta un año más tarde, aunque en la mayoría de casos ocurre dentro de los primeros tres meses después del parto. En general se manifiesta por sentimientos de tristeza y tendencia al llanto y existen dos tipos de depresión post natal: la “baby blues” y la depresión post parto propiamente dicha, que tiende a ser más intensa. Ambas son consideradas como tratables.
Los médicos consideran la “baby-blues” como “la existencia de una alteración leve en el estado de ánimo de la madre puérpera” con síntomas depresivos leves. En general se manifiesta por falta de concentración, ansiedad, y tristeza, pero sobre todo por una gran tendencia al llanto. Esto suele desaparecer alrededor de dos semanas después de manera natural.
Por otro lado, la depresión post parto es “la depresión que se inicia en las primeras doce semanas tras el parto” debido al gran cambio que se produce con la llegada de un niño. Suele tener con síntomas depresivos típicos, como son la tristeza, el insomnio, la pérdida de apetito, lentitud de movimientos, ansiedad, etc. Cuando se llega a este estado, por lo general se acude al tratamiento farmacológico.
Existen muchos mitos alrededor de la depresión post-parto; sin embargo, aún no se conocen las causas exactas. Los cambios en los niveles hormonales durante después del parto afectan los estados anímicos de las mujeres, aunque existen muchos factores distintos que pueden afectarlos también. Dentro de estos tenemos los cambios corporales a raíz del embarazo y del parto; los cambios en las relaciones laborales y sociales; el hecho de tener menos tiempo y libertad para sí misma; falta de sueño; y preocupaciones por la capacidad para ser una buena madre.
De la misma manera, se conocen algunos factores que aumentan la probabilidad de experimentar una depresión post-parto. Algunos de estos factores son:
· Tener menos de 20 años
· Consumir alcohol, alucinógenos o fumar
· Embarazo no planeado y con sentimientos de ambivalencia
· Antecedentes de depresión, trastorno bipolar o trastornos de ansiedad antes del embarazo
· Antecedentes de depresión en embarazos previos
· Vivencia de un hecho estresante durante el embarazo o el parto, como enfermedad, muerte de un ser querido, accidente, un parto difícil
· Mala relación con la pareja
· Problemas financieros o de vivienda
· Sentimientos de soledad y ansiedad
· Poco apoyo de la familia, amigos, cónyuge o pareja
Algunos de los síntomas que ayudan a identificar a la depresión post-parto son: sentimientos de ansiedad, irritación, tristeza y llantos frecuentes luego de las dos primeras semanas después del parto; agitación o irritabilidad; cambios en el apetito; sentimientos de inutilidad o culpa; falta de placer o interés en actividades que antes eran consideradas positivas; pérdida de la concentración y energía; ansiedad considerable; pensamientos de muerte o suicidio; insomnio; dificultades o incapacidad para cuidar de una misma y/o del bebé; temor de quedarse sola con el bebé; presencia de sentimientos negativos hacia el bebé, incluso pensar en hacerle daño.
Con frecuencia, la psicoterapia y el tratamiento farmacológico pueden reducir y hasta eliminar los síntomas de la depresión post-parto de manera efectiva. Sin embargo, sin tratamiento, la depresión post-parto puede durar meses o años y las complicaciones a largo plazo pueden llegar a ser las mismas que las de una depresión mayor.
El tener un buen sistema de apoyo emocional y social por parte de la familia, amigos y personas cercanas puede ayudar a reducir las probabilidades de presentar una depresión post-parto, así como la gravedad de la misma. Igualmente, hay algunas cosas que hay que tener en cuenta para prevenirla:
· Es importante solicitar ayuda con las necesidades del bebé, del hogar y propias al compañero, familia y amigos cuando sea posible
· No esconder los sentimientos, hablar de ellos con gente cercana ayuda con los sentimientos de soledad y tristeza
· En la medida de lo posible no hacer ningún tipo de cambio mayor durante el embarazo o inmediatamente después de dar a luz
· En la medida de lo posible, hacer tiempo para salir, visitar amigos o pasar tiempo haciendo algo que produzca placer
· Descansar lo más que se pueda, dormir mientras el bebé está durmiendo
· Hablar con otras madres ayuda a con los sentimientos de soledad, escuchar que otras personas han pasado por lo mismo suele brindar sentimientos de alivio.
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