jueves, 5 de marzo de 2015

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Integración sensorial para niños más felices

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Es común que los padres procuren que sus hijos tengan gratas experiencias durante su infancia. Pero, ¿qué pasa cuando el niño reacciona de una manera inesperada ante una situación que exige relacionarse con el medio que lo rodea, por ejemplo, salir de paseo o jugar con otros niños? ¿O si, a pesar de su capacidad intelectual "normal", no logra rendir adecuadamente en alguna o muchas demandas académicas?.. Es entonces cuando surgen las preguntas: ¿Debo ponerlo en un ambiente escolar especializado?, ¿es su temperamento y se le pasará en algún momento?
Para resolver estas interrogantes, Jean Ayres, Terapeuta Ocupacional comenzó a desarrollar su teoría de la Integración Sensorial, la cual definió como "la habilidad del sistema nervioso de recibir, organizar e interpretar las experiencias sensoriales para su uso efectivo".

MÁS ALLÁ DE LOS SENTIDOS
Las sensaciones son la materia prima para el sistema nervioso. Sin un buen suministro de sensaciones, el sistema nervioso es incapaz de desarrollarse de forma apropiada.

Existen tres niveles de sensaciones que aportan datos importantes sobre cómo somos y cómo es el mundo que nos rodea: sensaciones que nos dicen qué son los objetos que están lejos de nosotros, a través de la vista y el oído; qué son las cosas que tenemos encima del cuerpo, a través del tacto, y qué son las sustancias que entran en él, a través del gusto y el olfato. Sensaciones que nos informan de cómo y dónde se mueve el cuerpo, a través de los órganos que responden a la gravedad y a la posición del cuerpo (vestibulares y propioceptivas), y las sensaciones que nos indican qué sucede dentro de nuestro cuerpo, a través de lo que sienten nuestros órganos internos.

Un adecuado procesamiento de la información sensorial de nuestro cuerpo se desarrolla espontáneamente en la vida diaria del niño; pero a veces el sistema nervioso, por razones aún desconocidas, es ineficiente para “organizar” o “procesar”  el flujo de impulsos sensoriales de manera que proporcione al niño una información buena y precisa de sí mismo o de su entorno, determinando una respuesta ineficiente a las demandas del medio". En estos casos estamos frente a una Disfunción de Integración Sensorial,

Un problema de integración sensorial puede interferir directamente con el proceso de aprendizaje o puede provocar un comportamiento inadecuado que interfiere con el trabajo de la escuela, aunque el niño tenga una adecuada capacidad para el aprendizaje

Debe detectarse esto a tiempo, ya que por lo general los padres interpretan estas señales como algo conductual y así pretenden corregirlo. Y todos los trastornos de procesamiento sensorial, a la larga, van a generar severos problemas de autoestima.

La experiencia del parque es de vital importancia
Es muy importante incluir en la vida de los niños experiencias de juegos en el parque, incluso desde bebés.
Una de las causas del aumento en la incidencia del desorden de procesamiento sensorial, son las pocas oportunidades de experiencias de juegos en sitios naturales: vinculadas con movimientos. Lo recomendable es llevarlo al parque dos o tres veces a la semana y que pueda ser libre, correr, jugar y socializar con otros niños. La naturaleza debe integrarse con las experiencias de movimiento y si el niño se resiste, el papá debe ayudarlo, pero que sea una asistencia amorosa, con mucha paciencia, sin señalarlo negativamente.

El problema es que los juegos dinámicos se han sustituidos por juegos electrónicos sedentarios; para los cuáles (videojuegos y televisión) se debería dedicar menos de dos horas al día. 

lerner y Gagliuffi

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