Nos encontramos en la época de los aparatos electrónicos, las imágenes y las redes sociales, tanto niños, adolescentes y adultos estrechan una relación muy cercana con la tecnología, la que incluso es parte de nuestro día a día al punto de ser imprescindible para realizar tareas escolares, para comunicarse, realizar trabajos y para pasar el tiempo de ocio o juego.
En la consulta psicológica, los padres preguntan si estamos a favor o en contra, y muestran sus miedos relacionando la tecnología con la adicción o la aparición de patologías. Cada niño trae una dificultad cuando sus padres consultan al psicólogo, dificultad única e irrepetible porque ese niño proviene de una familia, de una historia y de un desarrollo ligado a distintos factores (historia de los padres, historia de la pareja, etc.). Dar una regla para todos o suponer que a todos les pasará lo mismo en su acercamiento a la tecnología no nos permite acercarnos a lo que le sucede al niño cuando lo vemos jugando en la Tablet o celular, cuando lo vemos pegado a sus películas o dibujos animados, cuando lo vemos chateando con los amigos o ingresando a las paginas o redes sociales, etc., etc., etc.
Aquí deseamos hacer algunas reflexiones pensando en lo que se produce en la etapa de la niñez, y como la tecnología, en cierto punto, podría tener un efecto o provocar un malestar en el niño.
En la niñez, el sujeto va explorando distintas situaciones a través de la principal actividad de esta etapa, el juego; juega lo que vive en su casa, se relaciona con otros por el juego y soluciona las dificultades cotidianas que se van presentando. Inventa qué hacer frente a sus momentos de soledad, y así va sentando las bases de su carácter, su manera de hacer frente a la vida y la realidad que lo rodea.
Existen cuestiones cruciales con las que cada niño se enfrenta respecto a su valoración personal, con la sexualidad, lo social, entre otras, y la relación con la tecnología en la actualidad demarcará o precipitará algunas dificultades en relación a esos temas. En la consulta encontramos un niño consumidor de aparatos tecnológicos, un niño capturado por la pantalla al punto de no poder jugar a otras cosas ni con otros niños.
La creatividad podría ser un argumento a favor del uso de la tecnología en el niño, pero tenemos que tener en cuenta que también los objetos que lo capturan le proponen poder pasar por todas las prohibiciones de manera ideal, en la pantalla puede matar gente, ser héroe, tener los pueblos dominados y tener sensaciones en el cuerpo que desafían la vida misma. Estas experiencias tendrán un efecto en cada niño dependiendo de sus recursos cognitivos y afectivos, así como de su entorno.
Horas mirando una pantalla producen un cuerpo quieto, un cuerpo que se relaciona con una pantalla, entonces podemos preguntarnos sobre las consecuencias sobre la forma en que cada niño construye su cuerpo cuando tiene de pareja a la pantalla, como construye una imagen de sí mismo sino se puede ver reflejado en los otros, sino explora. Segundo, el tipo de pareja, el objeto tecnológico, con él no puede construir una historia, con él no tiene que solucionar las dificultades, con él no afronta las frustraciones que sí en compañía de otro niño podría experimentar. Solo se construye una soledad, toda su identidad se encuentra ahí, en una relación sin el otro, con consecuencias serias en su socialización, en la elección de pareja, en la identificación al grupo, etc.
En la posición de ser capturado por un objeto tecnológico, en la fascinación a la pantalla o la sumisión a ella encontramos a niños y adolescentes que no logran expresarse, que no encuentran una manera de ser y estar en el mundo y entonces los padres acuden señalando “rarezas” o “conductas llamativas”. El encierro en el que encontramos a los niños y adolescentes (incluso a los adultos) llega a niveles ilimitados, chicos que no pueden salir de su casa e incluso no pueden salir de su habitación, chicos sin ningún interés por el exterior y que empiezan a sentirse muy angustiados por no lograr lo que otros sí. En esta situación también es posible encontrar a chicos que no encuentran qué hacer al salir del colegio, que buscan calmarse a través del consumo de drogas, que empiezan a lesionar su cuerpo con cortes y que dejan de comer.
La época trae la tecnología para todos, pero en esta situación es importante el papel de los padres en su función de observar la relación de su hijo con las pantallas o con los objetos tecnológicos, en la satisfacción en soledad que tiene el niño con el aparato con mayor o menor vínculo con los otros, lo que podrá tener un efecto en la construcción de la personalidad.
Por: Cecilia Izquierdo
O.
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